La almohada es fundamental para conseguir un buen descanso. ¿Cuál elegir? Aquí te doy algunas opciones y consejos.
Almohadas
El mejor descanso para tus pensamientos
Junto con el colchón, la almohada es uno de los elementos clave para garantizar un buen descanso.
Debe contribuir a alinear la columna y debe dar un buen soporte a hombros y cuello. La altura y la firmeza de la almohada deben elegirse teniendo en cuenta tanto aspectos de ergonomía como preferencias personales más subjetivas.

Objetivo:
conseguir una posición
natural
Es importante elegir una almohada que proporcione una posición natural durante la noche, evitando posiciones no naturales durante el descanso, que puedan crear tensiones en los músculos del cuello.
Cómo elegir tu almohada
Acertar con la almohada adecuada no es fácil y dependerá, igual que con el colchón, de un buen asesoramiento profesional que tenga en cuenta tus particularidades personales:
- Tu posición habitual para dormir.
- La forma de tu columna (más o menos arqueada), si duermes boca arriba.
- El ancho de hombros, si duermes de lado.
- Tus necesidades de confort personal.
- Tus preferencias en cuanto a suavidad o firmeza.
- Si tienes algún tipo de alergia.
Materiales
Yo te cuento, tú decides.

Fibra
Mullida y adaptable
Es el material más económico, pero, a la vez, si es de calidad, es una
buena elección si te gusta tener un soporte mullido y adaptable. Además, las almohadas de fibra se pueden lavar fácilmente en la lavadora.

Pluma
Las más mullidas, suaves y moldeables
Las almohadas de plumas se moldean fácilmente con las manos, por lo que son muy adaptables al cuerpo en cualquier posición. Es importante que sean anchas, para poder desplazar la pluma según la posición en que estamos y así conseguir una buena alineación del cuello y espalda.
Para que sean realmente suaves, han de tener un alto porcentaje de Duvet y el mínimo de pluma posible. Duvet recomendado: a partir del 95%.

Látex
Elásticas, flexibles e hipoalergénicas
Las almohadas de látex son muy elásticas, resistentes y flexibles, y tienen un ligero efecto rebote. Son una buena opción si te gusta la
suavidad pero no te gusta hundirte en la almohada. Son hipoalergénicas y muy higiénicas, por sus propiedades antibacterianas
y antiácaros. Si son naturales y de poro abierto son muy transpirables.

Viscoelástica
Adaptables, termosensibles y con capacidad para aliviar tensiones
Son las más adaptables: por sus propiedades termosensibles -reaccionan y se adaptan- al calor corporal y por su capacidad para
aliviar la presión, propiedad que ayuda a la relajación de los músculos del cuello y espalda.
A tener en cuenta si eres una persona calurosa:
Las almohadas de viscoelástica retienen el calor corporal. Es importante que sea de gran calidad, con estructura de células abiertas (poro abierto) y agujeros para la ventilación. En ocasiones pueden tener una cara específica con gel para el verano: este material ayuda a bajar la temperatura.